“Con temor y temblor, asumí esta tarea de compilar las palabras de Tozer acerca de la oración y de cómo orar. Aunque traté de evitarlo, el Espíritu me mostró una y otra vez las riquezas que encierra el tema para mí y para otros”, confiesa Seaver.
Tozer habló acerca de la relación diaria del creyente con el Señor, y de cómo esto derivaba en una vida de oración eficaz. “Algunas iglesias ofrecen ahora cursos acerca de cómo orar. ¡Qué absurdo! Es como dar un curso acerca de cómo enamorarse. Cuando el Espíritu Santo viene, Él toma las cosas de Dios y las traduce a un lenguaje que nuestros corazones pueden entender. Aun si desconocemos la voluntad de Dios, el Espíritu Santo sí la conoce, y Él ora «con gemidos indecibles» (Ro. 8:26)”, señaló el propio Tozer en el libro El Consejero, concepto que rescata Seaver y comparte en su introducción.
“En su mejor versión, la oración constituye la expresión de la vida total”, era el estandarte de un predicador que fundó su vida en diálogo íntimo y constante con Dios. Tozer estaba cautivado por la gran maravilla de Dios y consideraba la oración como el medio principal para llegar a su presencia. Entre sus convicciones fundamentales se encontraba que “la oración cambia vidas” y el compilador supo reflejar este concepto en la elección de los 28 sermones que componen este libro.
Editorial Portavoz se complace en presentar este libro a sabiendas que será un libro de consulta, de intimidad relacional con el Creador y que, sin duda, sembrará muchas lágrimas de amor y agradecimiento al Padre Celestial por esta vía única de comunicación con él.