Por Dr. Gary Chapman

Lectura bíblica: Josué 22: 1-6

Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas, y a la media tribu de Manasés, y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés siervo de Jehová os mandó, y habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado. No habéis dejado a vuestros hermanos en este largo tiempo hasta el día de hoy, sino que os habéis cuidado de guardar los mandamientos de Jehová vuestro Dios. Ahora, pues, que Jehová vuestro Dios ha dado reposo a vuestros hermanos, como lo había prometido, volved, regresad a vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo de Jehová os dio al otro lado del Jordán. Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma. Y bendiciéndolos, Josué los despidió, y se fueron a sus tiendas.

Antes que Josué despidiera a las tribus del este, las convocó, las alabó, las bendijo y les dio las gracias. En vez de limitarse a despedirlas, reflexionó en sus buenas acciones con gratitud. Cuán importante es que nosotros hagamos lo mismo: ver y valorar a las personas que nos rodean y verbalizar nuestra gratitud, en vez de ignorarlas o subestimarlas.

¿Cuándo fue la última vez que agradeciste a Dios por las personas que ha traído a tu vida? Inténtalo en algún momento. Te sorprenderás por la cantidad de personas por las que puedes dar gracias. Comienza con tu familia cercana y sigue con parientes lejanos. (Puede que quieras limitar tu agradecimiento por cierto miembro de tu familia. En cambio, piensa en algo bueno que haya hecho o dicho esa persona, y da gracias a Dios). Después de haber dado gracias por otros parientes, piensa en las personas que han influido en tu vida; por ejemplo, maestros, mentores o pastores. Piensa en las personas de tu vecindario, que han sido amables contigo a lo largo de los años, antiguos compañeros de clase, amigos de tu grupo de estudio bíblico y personas que han ministrado en tu vida.

Cuando, igual que Josué, nos detenemos a dar gracias por las personas que enriquecen nuestra vida, afirmamos el valor de cada una de ellas y bendecimos a Dios así como sus vidas.

Reflexión y estudio

Conversa y reflexiona con tu cónyuge sobre estas preguntas:

  • Cuando nos detenemos y agradecemos a Dios por lo que Él nos da, ¿cómo profundiza eso nuestra relación con Él?
  • ¿Cómo afecta la gratitud nuestra manera de ver y tratar a los demás?

Medita en estos pasajes para un estudio adicional sobre la acción de gracias: Salmo 50:23; Efesios 1:16-18; 1 Timoteo 2:1.

Guía de oración

Conversa y reflexiona con tu cónyuge sobre estas preguntas:

  • Haz una lista de personas por las que te sientes agradecido.
  • Cita algo específico que valoras de cada una de ellas, y da gracias a Dios por esa persona.
  • Pide a Dios que te ayude a ver y valorar realmente a la gente que te rodea.

* Artículo adaptado de la Biblia devocional Los lenguajes del amor.