¿Te animaría saber que Dios trata el tema del “éxito” en la Biblia? ¡Lo hace! De hecho, Él nos ofrece un plan muy detallado para alcanzar el verdadero éxito en nuestra vida. Cuando acatas sus normas sencillas, tal como se mencionan en Josué 1:8, Dios te concede sus abundantes bendiciones por tu esfuerzo y perseverancia. ¡Este versículo es la receta divina para el éxito!
El éxito comienza con obedecer la Palabra de Dios
La vida está llena de retos, de tareas pendientes, de necesidades, de rutinas, de trabajo y de sorpresas. Y es fácil -e incluso natural- sentirnos ansiosas, temerosas e inseguras en ciertas ocasiones, tal como me sucede a mí y, evidentemente, como le sucedió a Josué.
Si nosotras decidimos seguir el consejo de Dios, Él nos asegura en Josué 1:8 que hará prosperar nuestro camino y que todo nos saldrá bien. En otras palabras, el resultado será exitoso gracias a nuestra valentía, confianza, expectativa de victoria y la sabiduría que viene de enfocarnos en su Palabra y sus promesas. Cuando con firmeza y obediencia decidimos creer en Dios y actuar conforme a sus promesas -sin dejarnos llevar por temores, incapacidades y cansancio-, su bendición y su éxito están a nuestro alcance.
Dios guió a Josué en su camino al éxito. ¡Y esa es una buena noticia! Dios también te guiará a ti. Sus medios para obrar en tu vida son los mismos que en el caso de Josué. Dios te habla y te guía. Él te da sus promesas, te instruye, te anima y te acompaña cada paso del camino de la vida.
Estos son los ingredientes para el éxito, todos ellos tomados de Josué 1:8-9:
• Creer en la Palabra de Dios. “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley”. Debes creer que la Biblia “es viva y eficaz” (He. 4:12).
• Meditar en la Palabra de Dios. “…de día y de noche meditarás en él”. Es preciso que tu mente comprenda la Biblia antes de que pueda pasar a tu corazón y transformar tu vida.
• Obedecer la Palabra de Dios. “…hagas conforme a todo lo que en él está escrito”.
• Ser perseverante. “…no temas ni desmayes”.
Con todo, ¡Mantente alerta! Prepárate porque puede que no sea la clase de éxito que tú buscas y que el mundo respeta: riqueza, fama, conocidos influyentes, estatus social, atractivo físico, poder y prestigio. Podrás poner en práctica el plan de Dios y agradarle si estudias y obedeces su Palabra, y le sigues de todo corazón. Así Él te bendecirá en todas tus empresas y servicio. ¡Esa es su promesa para ti!
ESTUDIO Y REFLEXIÓN: Proverbios 3:1-4, 16:3; Lucas 16:16; Santiago 4:10
Artículo extraído de la Biblia de la mujer conforme al corazón de Dios RVR 60 Ed. Jardín.