“Hace unos años, el Señor empezó a poner en mi corazón una carga por un nuevo movimiento femenino, una revolución contracultural por medio del cual las mujeres rechazaran las voces seductoras de este mundo e inclinaran sus corazones a oír a Cristo y a seguir su voz”, aseguró.
La autora sostiene que “uno de los grandes desafíos de nuestros días es el gran número de voces que compiten por nuestra atención. Es imposible escapar del rugido ensordecedor de nuestra cultura y de sus emisarios. Hay voces que nos hablan de manera constante y persistente, desde la pantalla grande, nuestros televisores de pantalla plana, nuestras computadoras y nuestros teléfonos móviles. A esto se suma el sonido envolvente de amigos, familiares y conocidos, junto con las voces agobiantes de nuestro pasado, nuestros fracasos y temores, y la incesante algarabía de nuestros propios pensamientos”.
“Mucho depende de las voces que oímos y atendemos: nuestro sentido de identidad, nuestra razón de ser, la forma como nos relacionamos con otros, las elecciones que hacemos, la forma como pasamos el tiempo y los años, nuestro bienestar personal, emocional y espiritual, y sí, el destino de nuestra vida”, simplificó acerca de la búsqueda de identidad.
En un libro en el que no escribe sola sino que cuenta con la invalorable colaboración de John Piper y Joni Eareckson Tada, además de Mary A. Kassian, Karen Loritts, Janet Parshall y Fern Nichols, la destacada autora invita a descubrir la femineidad que el Creador pensó para las mujeres que él diseñó y creó. El libro es un desafío a toda mujer a convertirse en una “Mujer Verdadera… mujeres de valor y de fe, mujeres de compasión, humildad y sabiduría”.
¿Estás dispuesta a ir contra la corriente, a renunciar a la comodidad personal y a los sueños para tomar la cruz de Cristo? si la respuesta es ¡sí! Este libro es para ti.