“En mi trayecto para convertirme en hombre siempre necesitaré alguna dirección sobre cómo sortear los retos de estos roles y estas posiciones, pero creo que nuestra definición de hombría debe trascenderlos”, aseguró Miller.
Puede haber muchos enfoques que los hombres utilicen. Pero, “si seguimos tras esas sendas, cada vez fracasaremos en la búsqueda, porque la cultura, las comparaciones o la búsqueda de virtudes masculinas no definen ni conforman a un hombre. En esos enfoques, la masculinidad es simplemente una construcción social, y las construcciones sociales están en constante cambio. Solamente Dios es quien hace al hombre y define la masculinidad”, aseguró el autor en este libro que es un verdadero manual de vida basado en los principios Cristocéntricos.
Rápidamente Miller deja ver que el modelo a seguir es Jesús. “En Cristo tenemos la respuesta divina para lo que significa ser hombre. Dios mismo proporciona el modelo para el varón y la virilidad en Cristo, quien demuestra exactamente cómo se ve esto en acción. El hombre se define por vivir en sumisión total a la voluntad de Dios. En Cristo descubrimos todo lo que el primer hombre pudo haber sido si no hubiera decidido vivir en forma independiente de la voluntad de Dios. Cristo es el modelo, perfecto en todos los sentidos”. Una vez que llega a esta conclusión comienza la aventura: “¿Cómo actúo como un hombre?” —se plantea.
El libro se divide en dos partes. En la primera el enfoque estará en “La búsqueda de un hombre que actúa”. Mientras que en la segunda la atención está en el hacer: “Actividades de un hombre que actúa”. Donde desarrollará los cinco fundamentos: Oración, lectura bíblica, hermandad, rendición de cuentas y ministerio, como las 5 disciplinas esenciales para la hombría. A conclusión arribará en la formación de un movimiento de hombres modelados por Dios.