Jim Adams (MTh en exposición bíblica, DMin en formación espiritual; Dallas Theological Seminary) es profesor adjunto en los programas de maestría y doctorado en ministerio del Dallas Theological Seminary en las áreas de formación espiritual y resolución de conflictos. También es maestro y uno de los fundadores de la nueva Academia de Liderazgo que opera bajo los auspicios del DTS.
Fue profesor en el Seminario Teológico Centroamericano durante 12 años, fungiendo como rector de esta institución
a partir del año 2006 y hasta 2012.
Cuando escuchamos el nombre de Pedro, el apóstol de Jesucristo, ¿cuál es la primera imagen que viene a la mente? «Impetuoso», «Gran fanfarrón», «Obstinado y creído», o «Cobarde porque negó al Señor Jesús tres veces». Lejos de merecer su apodo de «hombre de piedra», Pedro parece ser una figura tragicómica, volátil, voluble y carente de la madurez espiritual que uno esperaría encontrar en el líder de los discípulos de Jesucristo. El mismo Pedro sería el primero en reconocer la validez de algunas de estas cualidades despectivas.